No entrar. Pésima atención y trato con el cliente. Para empezar abrió la tienda bastante más tarde del horario marcado… tuvimos que esperar hasta las 10:52 de la mañana para que abriera.
Fuimos a buscar cochecito para el bebe y la verdad es que la señora no nos ha enseñado más que dos modelos de mala manera. Ningún interés por explicar, le hacías preguntas y no te las contestaba (no se si porque no quería o porque no sabía responder). La pedimos ver como se desmontaba el capazo y plegaba el chasis para ver si era fácil y si me entraría en el maletero o no, porque si no me cabe lógicamente es un modelo que ya descarto, pero se negó en rotundo. Nos dice que si eso ya en otra visita, que ella no se va a desgañitar en explicar un producto para que luego no le compráramos allí. ¿Perdona? Desde luego que si no me lo explicas, y por tanto no tengo claro que sea un cochecito que me sirva porque no se sus dimensiones ni características no le voy a comprar. No es un peluche de 10 euros que pueda decidir en 2 minutos sin que me expliquen nada, es una inversión de 1000 €, y quieres estar seguro de que es lo que necesitas.
Y si me he recorrido la ciudad de punta a punta y he esperado más 25 minutos a que abras tu tienda, lo que no puedes hacer es despacharme en 10 minutos diciéndome que hoy con verles suficiente, que no me explica más y que ya si eso vuelva otro día… ¡alucinante!
Eso sí, dedicó 5 minutos enteros a soltar un speech comiendote la cabeza sobre las compras online, criticando a la gente por comprar en internet y contándonos que ella ya pasaba de malgastar tiempo en explicar nada a nadie para que luego no lo compraran en su tienda. Pero lo que no se da cuenta es que lo que hace y su intolerable comportamiento es justamente lo que la perjudica y por lo que la gente no compra en su tienda. No puede juzgar al cliente nada más entrar, ni negarse a explicarle algo por si luego no se lo compra; entre otras cosas porque seguramente como en mi caso (que apoyo el comercio local, y lo voy a comprar en otra tienda de Burgos), se equivoque innumerables veces.
Con lo único que salí claro de su tienda, es que no me voy a molestar en volver nunca para absolutamente nada y que la voy a hacer la peor publicidad posible; porque por suerte hay otras dos tiendas en Burgos (“Juegos y sueños” y “Collantes”) con dependientas encantadoras, a las que las encanta su trabajo y se desviven por explicarte las cosas y que te vayas segura y feliz con tu compra (gracias a gente como ellas si es por las que sobrevive el comercio pequeño).
Seguramente de los peores tratos que he recibido en un establecimiento, así que de verdad ni os molestéis en ir, porque como preguntéis o mostréis dudas de compra, se molesta y prácticamente te invita a marcharte.