CERO RECOMENDABLE, sobre todo NO COMPRAR ELEMENTOS QUE TENGAN QUE VER CON LA SEGURIDAD DE UN BEBÉ, NI FIARSE DE LA INSTALACIÓN QUE PUEDAN HACER.
En este establecimiento compramos entre otras cosas la silla del coche para el bebé. Siendo totalmente ignorantes en el tema, buscábamos una silla lo más segura posible, sin dar prioridad al importe a pagar. Sabiendo el modelo de coche que teníamos, nos vendieron una silla marca Recaro, que aunque no dudamos que sea una buena silla, sin duda no es una buena opción para nuestro vehículo. La silla va con ISOFIX y es muy vertical, apenas reclina. Cada vez que viajábamos, al bebé le costaba mucho conciliar el sueño, y cuando lo conseguía se le caía la cabeza hacia delante casi al nivel de sus piernas, teniendo que ir yo sujetando la cabeza hacia arriba todo el viaje porque me daba pena verle dormir así. Por culpa de la posición nuestro bebé también se mareaba mucho y terminaba vomitando siempre. Por consiguiente, apenas viajábamos para evitarle un mal rato. Un día volví por la tienda a comentárselo, por si había que quitar algún adaptador o algo para conseguir una mejor posición y el señor que la atiende nos dijo que no, que hasta que no le saliera la cabeza por encima del reposacabezas debía ir así. Cuando ya tenía 11 meses el bebé, hablando con un conocido sobre el tema, me dijo que tuviera cuidado, ya que la postura que adoptaba el bebé para dormir en la silla, podía llegar a provocar asfixia postural, que hay sillas que reclinan bastante más y seguramente son más adecuadas para nuestro coche. ¡Qué coraje sentir que había estado viajando todo este tiempo con el bebé en esas condiciones y menos mal que soy bastante meticulosa con todo lo relacionado con el bebé y siempre fui sujetando su cabeza hacia arriba!
Automáticamente fui a la tienda a exponerles la situación (había una señora, no estaba el señor que me la vendió) y a decirles cómo podían brindar un asesoramiento tan malo, al punto que pueden poner en riesgo la vida de un bebé. Aunque en ningún momento me dio la razón, finalmente la señora me ofreció la posibilidad de cambiarla por otra silla pagando la diferencia. Entonces acepté y escogí una silla marca BeSafe, que sabía que reclinaba mucho más. Después de más de un mes esperando por la silla, vamos a devolver la Recaro y que nos “instalen” la Besafe. Cuando llegamos a casa mi marido se pone a comprobar que todo esté en orden, y se encuentra con que al mover la silla tenía muchísimo juego hacia los lados, y que una de las dos cintas del cinturón que nos habían dicho que debían pasar por la pinza de sujeción estaba suelta. Nos pusimos en contacto con la marca y al decirles dónde la compramos nos dijeron que no eran un punto de venta autorizado por BeSafe, que siempre nos fijemos en la web cuáles son los puntos de venta autorizados, que es donde conocen perfectamente la silla y nos podrán ofrecer una instalación perfecta y segura, aparte de la garantía. Y nos pusieron en contacto con un profesional autorizado para que abonando el servicio, nos hiciera una instalación correcta y segura de la silla. ¡MENUDO CAMBIO! Hicimos dos viajes largos con la nueva silla y el bebé ya no se marea y puede dormir con más facilidad. Y yo también puedo descansar, ya no tengo que ir sujetando su cabeza.
Nunca más volveré a comprar en ese establecimiento porque aparte de recibir un mal asesoramiento, y de sentir que llevé a mi bebé en una situación peligrosa durante 11 meses, tuve que aguantar malas palabras por teléfono del hombre que me la vendió. En vez de rectificar por el mal asesoramiento y actuar con educación como la señora, me responde que ella no es que tenga más educación, sino que tiene más paciencia.