Supermercado Esclat – El Vendrell

La compra suele estar bien, pero está semana se han lucido con la verdura. Champiñones laminados, para tirar, mohosos en el fondo del envase y los calabacines, para tirar, sabor raro y huecos por dentro de la pieza. Porque no vivimos cerca, si no hubiéramos ido a devolverlos.

Me parece vergonzoso que se haga una promoción y que seas cliente habitual , y que hagas una compra de 59.60 y te den solo 5 puntos y no es la primera ocasión que me pasa esto. Contando con los demás clientes que no hacen y no se llevan los puntos . Y la repuesta de la cajera es simplemente que esto está muy controlado, sin contar que alguna ya ni te contesta . Por lo demás ninguna queja . Pero dan ganas de devolver la compra con ese gesto que tienen .

Ubicado en un ambiente acogedor, el supermercado Esclat destaca por su impecable limpieza y orden, creando un ambiente agradable para realizar las compras diarias. Desde mi experiencia, puedo afirmar que la atención de los empleados es destacable, siempre dispuestos a ayudar y brindar asistencia de manera amable. La disposición de los productos en los estantes es clara y bien organizada, facilitando la búsqueda de los artículos deseados. La frescura de los productos perecederos es evidente, lo que contribuye a la confianza del cliente en la calidad de los productos que adquiere en Esclat. Sin embargo, a pesar de estos puntos positivos, no se puede pasar por alto el aspecto económico. Esclat se destaca por ofrecer productos de alta calidad, pero este nivel de excelencia viene acompañado de un precio más elevado en comparación con otros supermercados de la zona. En diversas ocasiones, he notado que al realizar la misma compra en Esclat y en otros establecimientos, el gasto en este supermercado tiende a ser significativamente más alto. Este aspecto económico puede convertirse en un factor limitante para algunos clientes, ya que la diferencia de precios se hace evidente al revisar el ticket de compra. Aunque la calidad de los productos y el servicio al cliente son indudablemente buenos, la consideración del presupuesto personal puede influir en la decisión de optar por Esclat frente a otros supermercados más económicos. En resumen, Supermercado Esclat es un lugar agradable para realizar las compras diarias, con instalaciones limpias, empleados amables y productos de calidad. Sin embargo, es importante tener en cuenta que este nivel de excelencia se refleja en los precios, lo que podría limitar la elección de aquellos clientes que buscan opciones más accesibles desde el punto de vista económico.

Són dos estrellas referente solo a la sección de pan ya que hay que ir con cuidado cuando compras pan de Pagés porque como en mi caso que normalmente compro dos cada vez que voy me sorprende ver ha veces la diferencia entre uno y otro. Uno industrial y otro como normalmente hacen ellos . La diferencia és abismal tanto el tacto como la olor como lo que te aguanta uno referente al otro. No daria importància si solo me hubiera pasado una vez pero ya son unas cuantas. Deberían cuidar más estos pequeños detalles.

Mala experiencia el sábado 29/7/2023 por la tarde con la pescadería, 4 calamares de los grandes mal limpios, en alguno aún quedaba la parte dura y una merluza a lomos, que gran parte aprovechable de ella se quedó en la basura de la pescadería y me traje las espinas en los lomos. En total 51euros por estos dos productos y la merluza se deshizo al ponerla en la plancha (ya sabemos que quiere decir esto) Me sabe mal, era cliente habitual, pero la calidad creo que no es como antes. Lo siento, no volveré.

Me encanta este supermercado pero cada vez vengo menos ya que hay personas pidiendo en la entrada que prácticamente se te echan encima para que les des dinero.

No lo conocía, pero me gustó mucho por la gran variedad que tiene de todo.

El sábado pasado fuimos a hacer la compra ”del mes» al Esclat del Vendrell. Qué sorpresa nos llevamos cuando la dependienta que nos atendía, una de las veteranas, nos fué sustituida por una muchacha en prácticas. Resulta que era el día de «formación». La compra se alargó en el tiempo de forma excesiva, casi hasta el desespero.Estoy de acuerdo en que nadie nace enseñado, en que hay que formar al personal. Pero un sábado de agosto, cuando las veteranas van a tope, no momento para que enseñen.